miércoles, 22 de febrero de 2017

Notas Rojas y Felicitaciones

Hace poco les conté que escribía en la revista de mi facultad, la cuál se acabó sin previo aviso tras un poco más de un año. Me gustaba escribir ahí, porque era un espacio que yo creía importante, y era entretenido sentirse parte de algo que podía crecer rápidamente si lográbamos llegar a las personas correctas. 

Una de las pocas personas que leían esa revista era la profesora de Currículum y Evaluación, que era un ramo que me tenía con el miedo constante de que lo iba a reprobar al punto de ni siquiera poder dar examen. Esa profe no me caía mal, pero no era una de mis favoritas por su excesiva rigurosidad a la hora de poner notas.

Un día, antes de una prueba, me felicitó frente a toda la sección por un artículo que escribí. Debo admitir que no estoy acostumbrado a que me feliciten mucho por lo que escribo, y me sentí bastante incómodo ese día, sobre todo porque no me sentía preparado para dicha prueba.

El resultado a la semana siguiente fue hermoso: reprobé la prueba casi totalmente, y me fui a examen gracias a eso. Y tampoco me volvieron a felicitar por los artículos en la revista de la facultad, porque se acabó un par de meses después.

No hay comentarios:

Publicar un comentario